miércoles, 10 de abril de 2013

Presentación


Autoras: Sara García García y Rocío Fernández Suárez
Curso: 2º Bachiller
Coordinado por: Fernando Bello

Centro: IES Jovellanos, Gijón, Asturias


Somos dos alumnas del R.I.E.S. Jovellanos de Gijón, hicimos este trabajo porque comenzamos a pensar sobre lo interesante que sería investigar algunos de los trabajos artesanales propios de nuestra comunidad; a partir de ahí decidimos centrarnos en artesanías tradicionales de nuestra tierra relacionadas con el traje tradicional de llanisca, porque así le conferíamos cierta unidad al tema. Sin duda, la artesanía tradicional que más nos interesaba era la del azabache, aunque posteriormente descubrimos que el resto tenían tanto o más interés.

Hemos aprendido mucho sobre la cultura tradicional asturiana haciendo este trabajo, pero sobre todo, hemos descubierto que nos queda mucho más por aprender y por investigar sobre un tema que nos apasiona.



Resumen/Abstract


El traje de llanisca es uno de los trajes regionales que conforman la etnografía asturiana. Podemos decir que es un gran desconocido ya que el traje tradicional asturiano le quita protagonismo.
Vamos a estudiar el traje de llanisca, su origen, las formas anteriores a su actual configuración, los usos que se le dan en la actualidad, su relación con el folklore, etc. Pero, sobre todo, vamos a utilizar el traje como un pretexto para conocer todas las artesanías que intervienen en su elaboración: la lana, el lino, el teñido, el azabache, el cuero, etc. Todo el trabajo se ordena en torno al estudio de las artesanías tradicionales asturianas relacionadas con este traje.

martes, 2 de abril de 2013

¿Cómo se hizo?

Empezamos este trabajo con la idea de describir los tipos de artesanías utilizadas en el Principado de Asturias; a partir de ésto, decidimos enfocar dichas artesanías en el traje regional, y, para darle más peso aún, optamos por hacer un estudio de un traje poco común y desconocido como es el traje de llanisca, típico del oriente de Asturias; de la zona de Llanes.
Una vez decidido el trabajo, nos centramos más en el estudio del traje utilizando como un pretexto las artesanías tradicionales, empezando por sus orígenes y por toda la historia y transformaciones que lo recorren.
Para poder llevar a cabo nuestro estudio, no solo nos documentamos con información de la web sino que nos hicimos con varios libros sobre etnografía y tradición asturiana. También fuimos al "Museo del Pueblo de Asturias", en Gijón, donde contactamos con varias personas expertas en el asunto y nos proporcionaron información sobre el traje de llanisca.
Con todo esto, hemos logrado hacer una aproximación a la artesanía tradicional asturiana a través del estudio del traje tradicional femenino de Llanes.
Empezamos con una visita al "Museo del Pueblo de Asturias", y dos entrevistas a personas especialistas en etnografía asturiana. Éstas personas nos proporcionaron los materiales de partida, y sobre todo, la bibliografía necesaria para iniciar el estudio.
A través de una persona conocedora de este traje tradicional, residente en Llanes, accedimos al resto de los materiales necesarios.
Para la descripción de las artesanías específicas que intervienen en la elaboración de este traje, dispusimos de las fuentes bibliográficas citadas, complementadas con alguna información de otras fuentes relativas a las mismas artesanías en comunidades próximas.
Es decir, nuestro trabajo es una mezcla de material bibliográfico, y de material directo obtenido de las entrevistas con personas que usan y conocen el traje de llanisca.
Nuestro interés por este tipo de traje viene de muy atrás; desde pequeñas hemos asistido a fiestas, a procesiones, a desfiles etc. en los que aparecían los trajes tradicionales asturianos, y en especial el traje de llanisca. Además, tenemos la intención de hacernos con nuestro propio traje, y participar en alguna de las fiestas que con ellos se organizan. Es posible que este mismo año consigamos participar con este traje en algún acto. Por eso sabemos que son trajes muy caros, con una elaboración muy costosa, que justifica su precio.
Las conclusiones específicas de este trabajo están señaladas en un apartado concreto del trabajo, y no vamos a repetirlas aquí. Lo que sí es cierto, es que como conclusión general podemos decir que hemos aprendido mucho sobre las artesanías específicas que intervienen en la elaboración del traje, y vemos justificado el que sea tan caro. El trabajo nos ha abierto la puerta a los estudios etnográficos y de folklore, y pensamos ampliarlos y continuarlos, porque nos han parecido muy interesantes. En ese sentido, el trabajo es un punto de partida.
También la bibliografía aparece en un apartado específico.

jueves, 14 de marzo de 2013

Introducción

A finales del siglo XIX, en Asturias, como en otras muchas zonas de España, se pone de moda entre la burguesía utilizar los trajes típicos de los campesinos como una seña de identidad regional. Lo que hasta entonces era despreciable, pobre, feo... se convierte en rasgo característico de una región, de una cultura. Esta tendencia a identificar lo folklórico y lo popular con la identidad nacional había surgido ya con el Romanticismo, y en años posteriores será uno de los elementos más explotados por los nacionalismos para definir sus identidades.

Esta práctica comienza en Asturias a finales del XIX, y se intensifica con ocasión de las visitas al principado del rey Alfonso XIII, la reina Victoria Eugenia, etc. El momento en el que el traje regional adquiere una forma definitiva, y se definen claramente las prendas que lo componen, es precisamente el mismo momento en que las clases populares empiezan a dejar de utilizarlo: aparecen las prendas modernas, los pantalones, los tejidos de algodón, los sombreros, el calzado industrial... De esta manera, el traje regional queda relegado a un uso folklorico, festivo y simbólico de una identidad cultural y nacional.

A nosotras nos interesa este proceso de conversión del traje popular en seña de identidad de la burguesía, pero sobre todo nos interesa utilizar el traje de llanisca como pretexto para estudiar las artesanías tradicionales de Asturias; no aparecen todas, pero sí algunas de las más importantes: la lana, el lino, el teñido, el azabache y el cuero. A partir del estudio de estas artesanías profundizaremos en el conocimiento de la etnografía asturiana de la zona de Llanes.

Hemos escogido esta zona y este traje porque es el que más nos gusta, es a la vez uno de los más desconocidos, y además es uno de los que antes aparece en la documentación, porque lo describen algunos de los viajeros que acompañaron a Carlos V en su desembarco en Tazones a principios del siglo XVI. Nos pareció muy interesante rastrear en qué textos de otros viajeros por Asturias aparecen referencias a este traje, y estudiar la significación histórica y etnográfica de este tipo de vestimenta tradicional.  

Objetivos

- Analizar los componentes del traje regional femenino asturiano de la zona de Llanes
- Investigar cómo ha evolucionado este traje a lo largo de los siglos, y localizar las referencias bibliográficas en que aparece
- Describir las artesanías tradicionales que intervienen en la elaboración de este traje
- Describir y analizar los usos actuales (culturales, simbólicos) de este tipo de trajes, y los festejos y ocasiones varias en que aparece.

- Analizar las causas que han llevado a la utilización de elementos folklóricos como el traje como símbolos de identidad nacional por las burguesías adineradas desde finales del siglo XIX hasta hoy.

Metodología

Empezaremos por describir el traje de llanisca. Disponemos de información variada en fuentes de la web y en libros sobre etnografía. Las fuentes bibliográficas son las que nos van a proporcionar la mayor parte de la información que tenemos que manejar. También pensamos visitar el Museo del pueblo de Asturias en Gijón, algunos pequeños museos etnográficos de la zona de Llanes, etc. Existen varias obras sobre trajes tradicionales españoles que completarán la información.

Para el estudio de las diversas artesanías contamos con obras específicas, y con varios museos en Asturias y en otras zonas de España.

Una vez recogida toda la información procederemos a ordenarla, revisarla y analizarla, porque queremos sacar conclusiones sobre el uso que este tipo de trajes y materiales folklóricos ha experimentado en el siglo XX, y cómo se han convertido en señas de identidad nacional.  

Los orígenes del traje y las primeras manifestaciones


Al margen de las modas, la indumentaria tradicional de Llanes tiene antecedentes lejanos.
Uno de los primeros documentos que tenemos sobre el traje la escribió Laurent Vidal, cronista oficial de Carlos V que, al desembarcar por accidente en Tazones se vio muy sorprendido por la indumentaria de estas gentes:



"A mi parecer, no podría comparar mejor esos adornos que con esas mujeres de pueblo que han cargado en la cabeza ocho o diez pisos de colmenas cubiertos con una tela, o con una mujer que se hubiese revestido la cabeza con una gran cesta de cerezas, pues así son de altos y anchos por encima esos adornos.
Las mujeres van allí, como los hombres, la mayor parte del tiempo sin calzas, y si las llevan son anchas y rojas y llenas de frunces, a causa de que no llevan ligas. Yo vi algunas que llevaban botas hasta media pierna, y creo que a la mayoría de estas mujeres no les hace falta peineta ni cordones para sujetarse el pelo, pues debajo de esos altos adornos llevan muchas negras y grises lentejuelas...
Igualmente las chicas casaderas van  pobremente vestidas y la mayoría con tela de lino o con un pobre refajo sin mangas y tundido, teniendo las orejas horadadas para colgar de ella en día de fiesta, cuando van a divertirse, a la vez crucecitas de plata, pendientes y otras chucherías a su gusto; Alrededor del cuello llevan, a manera de collar, rosarios de azabache, a veces de ámbar o coral y también cordones negros llenos de nudos...; y a dichos collares, cuelgan y atan alfileres y otras menudencias,  Los días de hacer van con los pies desnudos y vestidas tan sobriamente, por lo cual no parecen tan bellas como parecían si estuvieran mejor vestidas".


Ahora bien, lo que actualmente conocemos como “traje tradicional” está basado en la indumentaria que vestían las gentes del pueblo llano a lo largo del siglo XIX.
Los cambios en la cultura tradicional empiezan a manifestarse en el siglo XIX, culminando en las primeras décadas de la pasada centuria.

Asimismo se va a originar una asimilación entre las indumentarias de esta época y la religiosidad popular, especialmente a lo que se refiere en las ofrendas del “ramo”, esas estructuras de madera con variada morfología que se engalanan con cintas y flores para ofrecer pan, flores y otros productos señalados a la Virgen. Este es un fenómeno lo suficientemente complejo como para dar origen a una indumentaria bien diferenciada, “el traje de llanisca”, que desde las últimas décadas del siglo XIX hasta nuestros días es de obligado uso para toda mujer que quiera participar en la ofrenda del ramo en los concejos de Llanes, Cabrales, Onís, Cangas de Onís, Ribadesella y Ribadedeva.

La evolución formal del traje ha afectado más a la decoración, telas y colores, que a la propia forma del mismo.

La Guerra Civil dejó paso a un mundo rural hundido en la miseria y en la necesidad. No por ello el sentimiento festivo desaparece, y apenas finaliza la contienda vuelven los ofrecimientos de ramos.
Con los ofrecimientos vuelven las mozas ataviadas de aldeana y con ellas los trajes que se usaban con anterioridad al enfrentamiento bélico. Poco a poco la comarca comienza a conocer un despegue económico y los trajes empiezan a cambiar. Nuevas telas llegan a los mercados llaniscos. El tergal arrincona a los paños tradicionales. Las finas muselinas y el crisaten dejan su sitio al hilo bordado. Los agremanes desaparecen del mercado, se bordan los motivos sobre tira de tul y directamente sobre la tela de la falda.
La uniformación se hace cada vez más patente. Mandil, justillos, banda y pañuelo se constituyen en una misma tonalidad. Cada vez se tiende más a la riqueza y al abigarramiento.