jueves, 14 de marzo de 2013

El lino

Siembra  recolección  secado  separación de los tallos  remojo  secado ➨ mayado  espadado  limpieza  clasificación  hilado  teñido.


Anda tu, linaza esprebelida,
que a los tres días ya tas nacida.
Anda tú, centeno centenudo,
que tas nueve meses debaxo el tarugo.


El lino es una planta herbácea, que se compone de una sustancia leñosa (70%), interior, y de una sustancia filamentosa (30%), exterior, de la cual se extrae la fibra textil. En Asturias fue un cultivo muy extendido desde antiguo.Se siembra en el mes de octubre. Al poco de germinar, se rastrilla la tierra, arrancando las hierbas inútiles que nacen en el linar. Una vez madura la planta, cuando llega el mes de mayo o junio, es el tiempo de la recogida. Se hace arrancando la planta a mano y atándola en manojos, que se colgarán después en el pajar, en el corredor o en la panera, para que seque.


Centrándonos en su cultivo y elaboración hemos de destacar que esta planta requiere tierra de buen fondo, fértil, sustanciosa, ligera y suave. La siembra se realiza en primavera, y a partir de  este momento se riega y se le hace un escardado cuando ha crecido unos centímetros.
La planta se considera madura entre los meses de julio y agosto. Para convertir las plantas en fibras textiles era necesario realizar varias operaciones:
1. Secar los manojos de plantas al sol.
2. Separar las semillas de los tallos, guardándolas para otras siembras, con el debagadoiru o ripu.
3.  Sumergir las plantas en un remanso de un río o arroyo, durante una semana, con el fin de pudrir la parte leñosa de los tallos.
4. Secar los manojos al sol.
5. Machacar los tallos con un mazo de madera para romper las fibras leñosas.
6. Golpear los tallos con una espadilla sobre el borde de una tabla, hasta que se eliminan las partes leñosas, separando de ellas las fibras. En algunos sitios se restregaban sobre una tabla vertical.
7.  Rastrillar o pasar las fibras por un rastrillo para limpiarlas totalmente, y clasificarlas según su finura. Las primeras fibras que quedan en las púas del rastrillo son las estopas; en una segunda vuelta va quedando en las púas lo que se llama mediana y en las manos de la mujer las fibras más finas o cerro. Con esta operación el lino quedaba preparado para hilar.
8. Hilar las fibras rastrilladas. Con la ayuda del huso se producía el hilo, haciendo con él cadejos.
9. El lino se blanqueaba por medio de repetidas coladas y de su exposición al sol. La colada se realizaba en un bogadoiru provisto de una tina en cuyo interior se metían las madejas. Por encima se colocaba una tela con ceniza de madera (preferentemente de roble, haya y fresno), hojas de laurel y hiedra, éstas para perfumar las madejas, y sobre todo ello se echaba agua caliente. La combinación entre la ceniza y el agua actuaba como la lejía, y blanqueaba el lino. Las coladas se repetían seis o siete veces, lavando las madejas con agua entre cada operación.
10. El telar conformaría el tejido, y con el batán se refinaría y adelgazaría.
11. Las telas así obtenidas eran  coloreadas con tintes naturales, que desde tiempos atrás eran ya conocidos, generalmente de origen vegetal, raíces, ramas y frutos. Completaban la elaboración de los trajes los sastres, que eran numerosos en los distintos concejos.

El lino se cultivó ampliamente en Asturias hasta su decadencia con la entrada de material ya elaborado a lo largo del siglo XIX. Si bien es un cultivo prácticamente desaparecido de nuestras tierras su importancia fue tal que aún se ve reflejada para siempre en nuestra toponimia.

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